miércoles, 27 de mayo de 2015

Elecciones en Mendoza. ¿Cómo viene la mano?

Solo se trata de vivir, en nuestro caso solo se trata de escuchar. Salgo a caminar y charlo con la gente conocida sobre política. Te pasan la “data”. “Perdimos la interna en el radicalismo y nos bajaron la orden de votar al peronismo” me dice un viejo amigo, mientras también escucho por parte de otro personaje “Perdimos la interna en el peronismo y nos bajaron la orden de votar al radicalismo”. Mi cabeza es una ensalada rusa. Todo esta revuelto. La biblioteca no existe, está  totalmente abandonada. Ya ni siquiera es un partido de ajedrez. Ahora se juega al Truco. Política bien criolla y con mucha mentira.  Me duele el valero de tanta rosca.
                Pero quiero compartir con ustedes un sondeo de opinión, más bien técnico.  Arranco con los empleados públicos, refiriéndome al círculo íntimo de los caciques.  El porcentaje de las PASO se va a mantener, pero no porque se vote a los mismos, sino porque en un partido amistoso se intercambian las camisetas. La hinchada hace su negocio, o por lo menos lo intenta.
                En cuanto al sector educativo. El docente privilegiado se inclina por el Frente para la Victoria y el docente periférico se inclina por el Frente Cambia Mendoza.
                En cuanto a la clase obrera, casi no existe. Prefiero hablar de clase trabajadora. La clase trabajadora asalariada se inclina por el Frente para la Victoria, mientras que la clase trabajadora Autónoma oscila entre el Frente de Izquierda y el radicalismo. Los laburantes asalariados dependen exclusivamente de las uvas que agarre su patrón. Los laburantes autónomos están en un desconcierto total, el sistema es una mochila bajo sus hombros.
                En cuanto al estudiante universitario y terciario, hay una tendencia al Frente de Izquierda y los trabajadores. Que curiosamente, estos estudiantes no votan al FIT en los claustros universitarios.
¿?Que puede pasar dentro de unos pocos días?.  No es fácil adivinarlo. La clave está  en el armado territorial. El problema es ¿Quién es Quién en este juego perverso de la política?.  Ya no se vota con amor y enamorado. Se vota al mal menor. O, posiblemente, se vota con odio y resentimiento.  Creo que eso sucede cuando los partidos políticos se vuelven empresas electorales y dejan de ser verdaderas instituciones de la ideología.

Consejo. Hay que comerse un sapo. Y poner el estómago bien duro. Todos sabemos que después de las elecciones no te reciben ni una nota por mesa de entradas. Pero la democracia es el mejor sistema que podemos tener, aunque sea por ahora una partidocracia. 

FIRMADO: ALEJANDRO RODRÍGUEZ SUONI
PERIODISMO ALTERNATIVO 

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